"Vacía tu copa para que pueda ser llenada"

jueves, 17 de marzo de 2011

Historia del Wing chun

             A continuación la historia del Wing Chun paso a paso...

           Fuego en el templo Shaolin

Hace más de 250 años, durante el régimen de Yung-Cheng (1723-1736) de la dinastía Ching, se dice que hubo un incendio en el tempo de Shaolin provocado por los soldados del gobierno Manchu. El incidente dio lugar a dos historias que han sido pasadas de generación en generación en China. Una historia, la cual es narrada por sociedades secretas (las triadas), dice que los soldados manchu fueron ayudados por desertores del monasterio Shaolin, en especial uno llamado Ma Ning Yee, quien inició el fuego desde dentro como una forma de represalia por haber sido despedido del monasterio. La historia revela que solo cinco monjes escaparon de las ruinas. Más tarde pasaron a la clandestinidad y organizaron sociedades secretas que trabajaron para derrocar a la dinastía Ching. Otra historia, la cual es contada por un círculo de artistas marciales en el sur de China revela hechos distintos excepto por la parte de que un incendio destruyó el monasterio. Ellos dicen que el número de sobrevinientes excedían los cinco y que sus nombres eran un poco distintos de los mencionados por la gente de las triadas. 

El nacimiento de un nuevo sistema de lucha
Se dice que durante el incendio del templo Shaolin muchos monjes lograron escapar, incluyendo 5 maestros Shaolin, líderes de 5 estilos del Shaolin – Estos maestros fueron la monja Ng Mui, y los maestros Chi Shin, Pak Mei, Fung To Tak y Miu Hin y sus discípulos entre los que destacan Hung Hay Kwun, Fong Sai Yuk y Luk Ah Choy quienes se dispersaron y ocultaron.
Uno de los cinco maestros del Shaolin, el maestro abad Chi Shin, se enlistó como cocinero en la compañía de teatro llamada “el junco rojo”.
La monja budista Ng Mui era la única mujer en el monasterio y también era la más vieja. Ella era la más tolerante con respecto al régimen manchú, a diferencia de sus hermanos de kung fu y sus discípulos (aunque en ocasiones tuvo que aplicar sus conocimientos en el kung fu en pro de la justicia). Ng Mui fue viajando a través del país después de la destrucción del templo, determinada a no volver a estar envuelta en asuntos mundanos otra vez. Al final se asentó en el “templo de la grulla blanca” en la montaña Tai Lung (también  llamada montaña Chai Ha), la montaña estaba escasamente poblada en el borde de las provincias de Szechwan y Yunnan. Allí rara vez habían problemas, así ella pudo concentrarse en el budismo Zen, una secta del budismo creada por Bodhidharma durante las dinastías del norte y del sur, y también entrenar artes marciales como pasatiempo.
Ella sabía los problemas que vendrían más adelante, ya que los detractores del templo Shaolin y los soldados manchú la perseguían y ella se cada día se volvía más vieja y en algún momento su fuerza y habilidad no serían suficientes para defenderse. La única forma de defenderse era crear un nuevo estilo de kung fu que fuera capaz de superar las técnicas de Shaolin. ¿Pero cómo?
Un día ella observó la pelea entre un zorro y una grulla salvaje. El zorro corría alrededor de la grulla en círculo, esperando lanzar algún ataque fatal. La grulla se quedó en el centro del círculo, girando todo el tiempo de cara al zorro. Cada vez que el zorro se acercaba la grulla atacaba con su pata, la grulla bloqueaba los ataques del zorro con una de sus alas y al mismo tiempo atacaba con su pico. Así la grulla se defendía con sus alas y contraatacaba con su pico, mientras el zorro intentaba rodearla y atacar con sus patas. Así la pelea continuó por largo tiempo mientras Ng Mui observaba. Quien salió victorioso no es lo importante. Lo realmente importante es que la pelea inspiro a Ng Mui en la iniciación de un nuevo sistema de lucha.


Técnicas contrarias al sistema existente
El nuevo sistema, el cual fue inspirado por la pelea entre el zorro y la grulla, no fue llamado “el estilo del zorro” o “el estilo de la grulla”. Para Ng Mui, cuando consolidó este nuevo sistema, pucho mucha atención a los movimientos de las patas del zorro y las alas de la grulla para adaptarlas a las extremidades humanas, de esta forma creó un set de movimientos de lucha que mantenían las técnicas del zorro y la grulla pero que se adaptaban muy bien a la situación anatómica humana.
El sistema de combate de Shaolin existente el cual se centraba en patrones fijos de movimientos reguares, era considerado por Ng Mui como muy complicado. Mientras que, su nuevo sistema, se centraba en la simplicidad del movimiento y la versatilidad para desviar los movimientos del sistema Shaolin.


Yim Wing Chun
La señorita Yim Wing Chun, una nativa de la provincia de Kwangtung, luego de la muerte de su madre se quedó con su padre Yim Yee, un discípulo del templo Shaolin. A muy temprana edad fue comprometida con el señor Leung Bok Chau, un mercader de sal de la provincia de Fukien. Yim Yee, que había aprendido algunas técnicas del templo Shaolin, en cierta oportunidad tuvo problemas con la ley al tener que utilizar su habilidad en el kung fu en pro de la justicia, por esta razón fue obligado a escapar y ubicarse en la frontera entre las provincias de Szechwan y Yunnan, a los pies de la montaña Tai Leung, en donde instalaron una tienda donde vendían tofu.
Wing Chun creció y se convirtió en una atractiva adolescente, muy activa e inteligente. Esto la metía en muchos problemas y a su vez la hizo muy conocida en la región.
Un matón local, de apellido Wong, era conocido por su mal comportamiento y su habilidad y fuerza en el kung fu, ante lo cual los nativos locales nada podían hacer, ya que el poder del reino en esa alejada área era muy débil. Siendo atraído por la belleza de Wing Chun, envió a un mensajero para pedir su mano en matrimonio, con la amenaza de que si ella se rehusaba vendría a forzarla a cazarse con él en una fecha fijada. El padre de Wing chun ya era viejo y débil, por lo tanto no podría defender a su hija en tal situación.
Mientras tanto, la monja budista Ng Mui, quien en ese tiempo vivía en el templo de la grulla blanca en la pendiente de la montaña Tai Leung y bajaba a la aldea varias veces al mes a comprar provisiones para los momentos de necesidad. Cada vez que bajaba ella pasaba al puesto de ventas de Yim Yee para comprar algo de tofu. Cierto día Ng Muy se enteró del problema de Wing Chun y se ofreció ayudar, pero no a enfrentarse ella misma con el matón del pueblo ya que podría atraer a los soldados manchú hacía ella, así que se ofreció a enseñarle su método de defensa a Wing Chun. Wing Chun Pasó tres años entrenando Kung Fu con Ng Mui.
Un día, Ng Mui le dijo a Wing Chun que ya estaba lista y que había adquirido maestría en el sistema de kung fu que le estaba enseñando, le indicó que volviera al pueblo con su padre para defenderlo del matón que los asechaba. Tan pronto como Wing Chun volvió de la montaña Tai Leung, el matón local volvió a molestarla de nuevo. Esta vez Wing Chun lo retó a un combate, en vez de huir. El matón, quedó sorprendido y aceptó este reto al estar convencido de su superioridad física. Sin embargo las cosas no resultaron como pensó, ya que fue noqueado fácilmente por Wing Chun y no volvió a causar problemas jamás.
Wing Chun, después de derrotar al matón local, continuó practicando su estilo de Kung fu. Por otro lado Ng Mui, encontró su vida en la montaña de Tai Leung demasiado monótona, por lo que decidió viajar a través del país, no sin antes aconsejar a Wing Chun sobre que tuviera cuidado en encontrar un sucesor confiable para traspasar sus conocimientos del kung fu.


Leung Bok Chau y Leung Lan Kwai
Wing Chun eventualmente se casó con su novio Leung Bok Chau a quien le traspasó su sistema  de defensa que aprendió de Ng Mui. Leung Bok Chau era una artista marcial antes de casarse, al cual le gustaba practicar el arte del combate en su tiempo libre. Después de su casamiento Wing Chun hablaba mucho de sus teorías sobre las artes marciales a su maridó. Al principió él le prestaba escasa atención pensando que solo era una mujer débil que no sabía sobre artes marciales. Pero luego Wing Chun encontró la oportunidad para practicar con su esposo y le demostró que podía defenderse de él en cualquier situación. Solo después de esto Leung Bok Chau se dio cuenta que su esposa no era una mujer débil, sino que era una hábil exponente de las artes marciales. Desde entonces admiró la técnica de su esposa y aprovechaba cada momento para entrenar con ella y aprender su estilo. También llamó al estilo de kung fu de su esposa el “Wing Chun Kuen”, en honor a ella.
Después Leung Bok Chau le traspaso las técnicas del Wing Chun Kuen a Leung Lan Kwai, un yerbatero, que nunca mencionó a nadie su conocimiento del kung fu. Este fue el porqué incluso sus familiares y asociados desconocían sus habilidades en el Wing Chun Kuen. Este secreto fue revelado a la gente solo cuando, cierta vez, tuvo que combatir contra un grupo de peleadores que atacaban a un hombro solo y desarmado. De cualquier modo, siempre se abstuvo de jactarse de sus habilidades, teniendo en mente el mandato de su maestro de “no hacer público sus habilidades en el Wing Chun Kuen”.

Wong Wah Bo y Leung Yee Tei
Sería necesario reescribir la historia del Wing Chu Kuen si Leung Lan Kwai nunca hubiese dado a conocer sus habilidades a nadie. Pero felizmente por suerte, he paso sus conocimientos a Wong Wah Bo, un actor que interpretaba el papel de héroe en una compañía de teatro. En ese tiempo los actores eran conocidos por los chinos como “Los seguidores del junco rojo”. Wong Wah Bo era uno de esos seguidores del junco rojo en el momento en que se encontró con Leung Lan Kwai, por el cual fue aceptado como discípulo. Leung Lan Kwai nunca había tenido discípulos, pero el buen carácter y sentido de justicia de Wong Wah Bo lo convenció de que él sería el mejor sucesor de la línea del Wing Chun.
Era algo común que la mayoría de los seguidores del junco rojo supieran artes marciales. En sus espectáculos, se ponían mascaras faciales para personificar sus papeles y no ser reconocidos. Fue por esto que muchos de los seguidores del junco rojo eran antiguos monjes Shaolin que utilizaban el espectáculo y las mascaras para ocultarse del gobierno Manchú. Un ejemplo de esto es la historia del monje budista Chi Shin, uno de los 5 maestros que escaparon del monasterio Shaolin después del incendio.
El maestro Chi Shin, viajó encubierto como un cocinero del junco rojo para no ser arrestado. Pero fue difícil mantenerse en secreto. El reveló su secreto a muchos de los seguidores del junco rojo que tenían un alto sentido de justicia, los cuales no informaron al gobierno sobre la existencia de este supuesto criminal buscado, por el contrario, ellos lo protegieron y ayudaron en muchas ocasiones a salvar a personas que estaban bajo la opresión del gobierno manchú. Por tal razón el maestro Chi Shin se convirtió en un héroe. El les enseñó el sistema de combate Shaolin, para prepararlos para un eventual enfrentamiento contra los soldados manchúes.
Entro los discípulos del maestro Chi Shin en el junco rojo, había uno de nombre Leung Yee Tei, que vale la pena mencionar. Leung Yee Tei no era un actor de la compañía, pero era un marinero del junco rojo, que usaba el palo largo como arma con una precisión envidiable.
De todas las técnicas demostradas por el maestro Chi Shin, la que Leung Yee Tei admiraba más era las técnicas del palo largo. Fue una suerte para Leung Yee Tei que el maestro Chi Shin fuera un experto en las técnicas de “los seis puntos y medio del palo largo” y pensara que Leung Yee Tei fuera digno de ser instruido en estas técnicas. Ahora, volviendo a Wong Wah Bo, él trabajaba en la compañía de teatro del “junco rojo” donde también trabajaba Leung Yee Tei. Wong Wah Bo admiraba la técnica de los seis puntos y medio del palo largo de Leung Yee Tei, y Leung Yee Tei admiraba las técnicas del Wing Chun kuen de Wong Wah Bo. Así que ambos tenían algo que aprender del otro, así como también algo que enseñarle al otro. Por lo tanto intercambiaron sus técnicas. Como resultado, Leung Yee Tei también se volvió un sucesor del sistema de combate Wing Chun, y el Wing Chun incorporó para sí un set de técnicas con el palo largo. Como Leung Yee Tai y Wong Wah Bo se ayudaron mutuamente a aprender las técnicas, realizaron una mezcla de sus conocimientos, de esta manera incorporaron conceptos del Wing Chun en la técnica de los seis puntos y medio del palo largo. Posteriormente también añadieron el Chi sao (manos pegajosas) como parte del entrenamiento del palo largo, creando así un nuevo entrenamiento llamado “Ejercicios de los palos pegajosos” (Chi-Kwun).

El señor Leung Jan de Fatshan
A avanzada edad Leung Yee Tei decidió pasar su arte del Wing Chun Kuen a Leung Jan, un famoso médico de Fatshan, una de las cuatro famosas ciudades de Kwangtung provincia del Sur de China.
Fatshan, está ubicada en la unión de las rutas de viaje cerca del rio perla, es un famoso centro comercial, densamente poblado  – un lugar donde los oficiales de gobierno, comerciantes ricos, trabajadores y personas comunes se encuentran juntas. Leung Jan, un propietario de una farmacia herbal en ese lugar, creció en una buena familia, siendo un hombre culto, caballero y político. Además de mantener su Farmacia “Jan Sang” en la calle Palillos en Fatshan, también ofrecía servicios médicos a los residentes de Fatshan. En su tiempo libre disfrutaba de la literatura y sorprendentemente también de las artes marciales. Sin embargo fue cauteloso en la elección de su mentor en las ares marciales. Por un lado, a él no le gustaba las posturas bajas y abiertas que necesitaban fuerza y poder. Los sistemas que enfatizaban el poder físico y la fuerza bruta no eran de su gusto. Ni tampoco aquellos sistemas que tenían movimientos que se veían bien pero no eran prácticos al momento de aplicarlos. Lo que él quería era aprender un sistema que tuviera habilidades prácticas, que fueran aplicables y que tuvieran una apariencia simple.
Los años pasaron mientras esperaba por un sistema e instructor ideal, eventualmente su oportunidad se presento cuando conoció a Leung Yee Tei y pudo aprender el Wing Chun Kuen.
 Pronto las habilidades de Leung Jan le hicieron valer el título de “El rey del kung fu”. Su fama le trajo muchos desafíos. La gente ambiciosa lo forzaba a defender su título, pero rápidamente eran derrotados. Cada vez que la gente decía su nombre, recordaban su título: “El rey del kung fu”. Hoy en día, la gente de la vieja generación cuentan sobre sus triunfos con gran entusiasmo.

Wah el hombre de madera, Leung Tsun y Wah el cambiador de monedas
Leung Jan no consideraba la enseñanza del Wing Chun como su profesión, pero su propio interés en el arte del combate lo instó a adoptar algunos discípulos, incluyendo sus dos hijos, Leung Tsun y Leung Bik. El les enseñó Wing Chun cada día después de cerrar su farmacia.
Entre sus discípulos había uno cuyo apodo era Wah el hombre de madera. Él ganó su apodo porque tenía un par de brazos fuertes los cuales eran duros como madera y rompía los brazos del muñeco de madera durante las prácticas. Cada tarde, después de que la farmacia se cerraba entrenaba con sus co-estudiantes bajo la guía de su mentor Leung Jan.
Al lado de la farmacia de Leung Jan había un puesto de intercambio de monedas cuyo propietario era Chan Wah Shun. La gente lo llamaba “Wah el cambiador de monedas”. Él anhelaba aprender kung fu y estaba determinado a convertirse en un famoso maestro del kung fu. Como su puesto estaba vecino a la farmacia de Leung Jan, cuyo comportamiento y habilidad había admirado por mucho tiempo, él había querido pedirle a Leung Jan que lo aceptara como discípulo. Pero debido al hecho de que Leung Jan era un caballero respetable de una familia famosa y el mismo tiempo dueño de una tienda rica, Wah el cambiador de monedas sentía vergüenza de realizar tal solicitud.  Además, no sabía si Leun Jan aceptaría o no. De cualquier modo, su determinación en aprender kung fu y su respeto por Leung Jan le dio mucha esperanza.
Cada día, cuando el trabajo terminaba y la calle estaba vacía, Wah el cambiador de monedas se ponía en punta de pies para observar sobre la puerta de la farmacia de Leung Jan, para espiar a través de la abertura de la puerta y observar a Leung Jan enseñar kung fu. El señor Leung Jan se volvió su ídolo. Cada movimiento de las manos o pies de Leung Jan lo estudió cuidadosamente y dejó una profunda impresión sobre él. Día a día su deseo de aprender kung fu lo volvía más y más fuerte.
Hasta que un día, pensó que ya era tiempo de hacer su solicitud. Él reunió todo su coraje y habló con Leung Jan, pero este rechazó su solicitud, tal como esperaba, con palabras muy caballerosas. Esto naturalmente lo hizo sentir decepcionado, pero no perdió las esperanzas. Él pensó en otra forma de cumplir su deseo.
Un día, cuando Leung Jan estaba fuera, Wah el hombre de madera trajo a la farmacia a un hombre fuerte, cuando solo el hijo mayor estaba allí. Resultó ser que el extraño era de hecho Wah el cambiador de monedas, quien por largo tiempo había estado aprendiendo Wing Chun al espiar por la hendidura de la puerta. Entonces Leung Tsun sugirió que tuvieran un combate de práctica con el intruso para probar cuanto había aprendido a través de sus lecciones ilícitas.
Leung Tsun nunca había combatido tan fuerte con sus co-estudiantes como lo hizo con Wah el cambiador de monedas. Al primer contacto que hubo entre sus manos Wah el cambiador de monedas sintió que su oponente no tenía tanto poder y habilidad como esperaba. Por error Wah el cambiador de monedas lanzó una palma a Leung Tsun tan fuerte que se quedó tirado sin poder hacer nada en el sillón más valioso de su padre Leung Jan, y rompió una de sus patas. Esto en primer lugar sorprendió los que estaban allí, pero después se preocuparon ya que serían castigados por Leung Jan cuando se encontrara con su sillón favorito roto. Así que rápidamente intentaron ocultar el daño.
Wah el cambiador de monedas finalmente adoptado como discípulo de Leung Jan
Esa noche, cuando Leung Jan regresó de su farmacia, como usualmente lo hacía intentó sentarse en su sillón favorito después de comer. Para su sorpresa el sillón colapsó de un lado y cayó al suelo. Al preguntar por el asunto Leung Jan se enteró por su hijo mayor sobre todos los detalles de la visita del extraño y el combate de práctica.
Leung Jan, al escuchar esto, llamó a su discípulo Wah el hombre de madera y le preguntó sobre como su amigo el cambiador de monedas había adquirido sus habilidades en el kung fu. Él le dijo que cada vez que Leung Jan les enseñaba kung fu su amigo Wah el cambiador de monedas los espiaba por la hendidura de la puerta mientras mantenía cerrada su tienda de cambio de monedas. Leung Jan inmediatamente le dijo a Wah el hombre de madera que fuera a buscar a su amigo. Fue entonces cuando Wah recordó que estaba mal enseñar kung fu a otros sin el permiso del instructor.
Pensando que el maestro Leung Jan castigaría a su amigo, Wah el hombre de madera le dijo al cambiador de monedas que huyera a su ciudad nativa en vez de ver al maestro.
Cuando Wah el hombre de madera no regresó con su amigo, Leung Jan preguntó porqué. Al escucharlo, se dio cuenta que su discípulo lo había mal entendido. Luego le dijo a su discípulo que quería ver que tanto conocimiento había adquirido su amigo sobre el Wing Chun y que tan talentoso era. Wah el hombre de madera, se alegró al oír esto, corrió donde su amigo y lo trajo de vuelta. Después de ver a Wah el cambiador de monedas, Leung Jan inmediatamente lo adoptó como su discípulo.


Wah el cambiador de monedas y sus 16 estudiantes
Aunque Wah el cambiador de monedas no era un hombre educado, progresó rápidamente en el Wing Chun bajo la tutela de Leung Jan, simplemente por su perseverancia y determinación. Él fue un hombre del mercado que por lo tanto estaba en estrecho contacto con la gente de la clase baja, a quienes les gustaba la pelea. Esto le dio muchas oportunidades para mejorar sus habilidades en el arte del kung fu. En poco tiempo su fama se extendió y llegó a los oídos de los oficiales del gobierno manchú.
Los manchúes habían estado gobernando al pueblo chino desde hace más de doscientos años y gradualmente fueron siendo asimilados por la cultura china. La barrera entre la raza manchú y los Han se fue rompiendo, lo cual se demostró en el sentimiento nacional en contra de los manchúes; más y más personas a favor de los Han fueron tomando altos puestos oficiales en el gobierno Ching. Por otro lado, el gobierno Ching de la raza manchú, después de dominar a los chinos por más de dos siglos y gozar del estilo de vida chino, se fueron volviendo corruptos. Como resultado, la invasión de países extranjeros aumentó año con año. Concesiones de tierras, indemnizaciones de guerras, el control de industrias y comercio por potencias extranjeras fueron debilitando el país. Una forma de restaurar la fuerza del país fue reforzar su milicia. Fue por esta razón que Wah el cambiador de monedas fue invitado a tomar el puesto de jefe instructor de los soldados del ejército, un puesto muy admirado y respetado.
Sin embargo, Wah, siendo el sucesor de Leung Jan, no aceptó el honor de ser el jefe instructor de los soldados Manchús. Él, como su maestro, consideraba el enseñar kung-fu como un pasatiempo amateur, no una profesión.
Él no tenía un lugar fijo como gimnasio, sino que rentaba uno para este propósito. Durante sus 36 años de enseñanza de kung fu tuvo 16 estudiantes, entre los cuales uno era su propio hijo, Chan Yu Min. Su hijo era un chico rebelde y mimado por sus padres, que siempre se involucraba en peleas con los delincuentes locales, para el disgusto de su padre. Por esta razón, su padre dudó en enseñarle las técnicas más avanzadas del Wing Chun, pero en su lugar, le enseñó a su nuera. Como resultado, la esposa de Chan Yu Min era mucho más hábil que su él y tuvo que aprender de su esposa lo que no había aprendido de su padre.
Sin embargo, él fue particularmente hábil en una de las técnicas, la de los seis puntos y medio del palo largo. Su habilidad con esta arma le valió el título de “El rey del palo de las siete provincias”,  el cual le fue conferido después de su demostración en “El torneo de artes marciales de las siete provincias”, en el cual también le fue otorgado un palo conmemorativo, tan grueso como un brazo, el cual tenía gravado el título de “El rey del palo de las siete provincias”. El puso este palo en la puerta de su propio gimnasio al inaugurarlo algunos años después para atraer estudiantes.
Entre los estudiantes de Wah el cambiador de monedas, el más notable era Ng Chung So, su segundo discípulo, quien había aprendido de él todas sus habilidades, y quien más tarde sería su asistente ayudante hasta su muerte.
En sus últimos años, cuando tenía más de 70 años, Wah alquiló el templo ancestral del clan de los Yip a un comerciante rico como lugar para enseñar el Wing Chun. Fue aquí donde adoptó a su decimosexto y último discípulo, que en ese momento tenía 13 años de edad y estaba destinado a ser el sucesor en la cadena del sistema de combate del Wing chun y propagar sus técnicas a todas partes del mundo. Sin embargo, Wah no estaba consciente de esto, y durante las etapas finales de su vida, le pidió a su segundo discípulo Ng Chung So que cuidara a ese pequeño niño, su hermano de kung fu más joven.
Después de la muerte de Wah el cambiador de monedas, vino un periodo de ocaso en el desarrollo del Wing chun, periodo que coincidió con tiempos de desorden en China, durante el cual ninguno de sus estudiantes, que solo podían preocuparse de sus propios negocios, se preocupó de promover el Wing Chun o de pasar sus técnicas a la siguiente generación.
Este deber parecía recaer sobre los hombros de el ultimo discípulo adoptado por Wah, llamado Yip Man, quién fue adoptado en el templo ancestral del clan de los Yip. No fue sino hasta que Yip alcanzó la edad de 25 años que el Wing Chun volvió a renacer. Él fomentó el desarrollo del sistema Wing Chun y lo llevó a una era de oro.
Eventualmente se volvió un Gran Maestro indisputado del Wing Chun. Su nombre, mas grande que cualquiera de sus predecesores, fue conocido por toda la gente en el mundo de las artes marciales. Su fama fue ganada duramente, por su diligencia y con la ayuda de sus discípulos. Él fue Yip Man, el Gran Maestro del Wing Chun.

6 comentarios:

  1. Esta ha sido la historia del Wing Chun extraida ad integrum del libro wing chun kuen de Leung Ting...
    Me parece que no encontraran en otro lugar de internet esta historia tan completa como esta y en español.

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  2. Proximamente: "Leyendas de Yip Man"

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  3. esta esta muy bueno! hay muchas cosas que no sabia, se agradece, sigue asi!

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  4. bueno para empesar ,hace dias atra me vengo enterando que hay maestros tanto en chile como en otros paises (no china) que enseñan kung fu falso y triste.me bengo enterando que yo practicaba uno falso e incompleto.¡me podrias ayudar a encontrar uno en talca o cerca de este que enseñe kung fu real? porfavor

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  5. bueno para empesar ,hace dias atra me vengo enterando que hay maestros tanto en chile como en otros paises (no china) que enseñan kung fu falso y triste.me bengo enterando que yo practicaba uno falso e incompleto.¡me podrias ayudar a encontrar uno en talca o cerca de este que enseñe kung fu real? porfavor

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