"Vacía tu copa para que pueda ser llenada"

miércoles, 30 de marzo de 2011

Chi Sao

Principios generales


(1)         Acción refleja
La parte más importante del entrenamiento en el sistema de Wing Chun es el ejercicio del Chi-sao (manos pegajosas). Estas técnicas son practicadas entre dos personas y tiene como primer objetivo el desarrollo de reflejos rápidos.
Las acciones reflejas son de hecho una reacción subconsciente del cuerpo, en respuesta a un estimulo externo súbito e inesperado. Por ejemplo, si alguien inesperadamente es pinchado con un objeto filoso, probablemente hará un movimiento rápido para apartarse del estimulo doloroso o por ejemplo si alguien es atacado repentinamente con un golpe de puño levantará los brazos para cubrirse o se alejará de la trayectoria de este. Estas reacciones son típico ejemplos de una acción refleja. Estas no son planeadas de antemano, no son realizadas como resultado de un pensamiento consiente. Las acciones reflejas existen, no solo en los seres humanos, sino también en los animales.
Debido a las diferencias entre individuos, los reflejos de algunas personas pueden ser más rápidos que los de otras. De hecho, algunos pueden tener reacciones muy rápidas mientras que otros son extremadamente lentos.
El propósito del entrenamiento en el Chi-sao, es desarrollar reacciones rápidas en los estudiantes, una reacción que es mucho más rápida que en el común de la gente, y aplicarla en las técnicas de kung fu, de esta manera los estudiantes pueden reaccionar inconscientemente y sin pensar de antemano ante el ataque de un oponente.
Muchas personas tendrán la experiencia en una pelea real, en la cual sus movimientos de ataque y defensa no serán premeditados. De hecho, cuando un oponente lanza un ataque, no nos da tiempo de pensar que contraataque es el más adecuado. Esto es el porqué muchos practicantes de kung-fu, quienes han practicado técnicas de ataque y contraataque durante años, encuentran muchas dificultades al momento de aplicar sus técnicas en una pelea real; esto es debido a que no tienen conciencia ni experiencia del factor tiempo involucrado.

(2)         Movimientos y el factor tiempo
Es un hecho que el factor tiempo es la clave que determina el valor práctico de cualquier movimiento de kung-fu. Es decir, se nosotros estamos determinando el valor práctico en las aplicaciones de las técnicas, primero debemos tener en consideración el tiempo que nos toma realizar dicho movimiento. Algunos movimientos del Kung fu están compuestos por una serie de acciones continuas, que se supone tienen un efecto ofensivo. Por el contrario, otros sistemas están compuestos por movimientos simples, los cuales puede ser usados para defensa y ataque al mismo tiempo. Los dos sistemas mencionados anteriormente pueden ser denominados como de “movimiento complicado” y “movimiento simple” respectivamente. Muchos artistas marciales piensan que, si adquieren cierto grado de maestría en realizar aquellos movimientos complicados, estarán adiestrados en formas de combate avanzado. De hecho están terriblemente equivocados, porque las técnicas de combate no pueden ser consideradas como más superiores o inferiores que otras.
Los movimientos más complicados son los que tiene menor valor en términos de aplicación práctica. Por otro lado, los movimientos más simples, tienen un gran valor práctico. La razón de esto es que los movimientos complicados están compuestos de un gran número de acciones separadas y toman comparativamente más tiempo en realizarlos que un movimiento simple. En cambio, un movimiento simple, toma mucho menos tiempo en realizarlo. Es por esto que se dice que los mejores movimientos de kung fu son aquellos simples, que pueden ser realizados en el menor tiempo posible y que tienen tanto la capacidad de defender como de atacar. Este es el razonamiento empleado en el desarrollo del Wing Chun, y se puede ver que los movimientos del Win Chun son mucho más simples que los de otros sistemas.

(3)         La cuestión de la aplicación práctica
Muchos artistas marciales, basados en su experiencia personal, tienen la creencia de que en una pelea real muchas de las técnicas, que practican diariamente, no pueden ser aplicadas. Dicha creencia no se aplica en la mayoría de los seguidores del Wing Chun, sin demérito de las técnicas de otros estilos.
El puño en línea recta del Wing Chun, es una de las técnicas más fundamentales y prácticas de este estilo, además de ser la más conocida y practicada por los seguidores del Wing Chun. De hecho todos los que aprenden Wing Chun tienen muy bien adquirida esta técnica, sin embargo, durante una pelea real, algunos practicantes  no pueden hacer uso de esta técnica. Esto es porque caen en el error de no coordinar sus técnicas de kung-fu con sus reacciones subconscientes.
Si nuestro enemigo lanza un ataque sorpresa desde uno de nuestros lados, nuestro sistema nervioso funcionará en esa dirección proveyendo una reacción refleja para evitar el ataque. Esta reacción es natural y nace en la espina dorsal, que representa nuestro sistema nervioso primitivo, que reacciona sin notificar previamente al cerebro para esperar instrucciones. Esta es una reacción automática que eventualmente puede anular cualquier movimiento de ataque en contra nuestra.
Si esperamos a que nuestro cerebro juzgue que debemos hacer durante una pelea real, será demasiado tarde para llevar a cabo cualquier acción. Por esta razón, ¿Por qué no entrenar nuestro sistema nervioso para que nos dé una reacción refleja defensiva en vez de esperar a que nuestro cerebro nos diga que hacer? Para este fin es que se desarrollo el Chi-sao.
Piensen en un hombre que no ha aprendido ninguna habilidad marcial, que en determinado momento durante una pelea se encuentra con sus brazos atrapados o en mala posición para golpear a su oponente con sus dos puños. Debido a su ignorancia en las artes marciales este tipo de pelea sería desgastante e inefectiva, pero las acciones que se realizaran serán de hecho subconscientes.
Cuando un pugilista a aprendido una forma de pelear con movimientos de ataque y defensa determinados, usualmente (y de manera errónea) intentará aplicar sus técnicas con métodos regulados por su conciencia. Por ejemplo, si una persona (A) usa un movimiento de ataque, la persona (B) contraatacará con otro movimiento y viceversa, así estos movimientos se irán dando uno a uno formando un conjunto de muchos movimientos de defensa y ataque en cadena. Estos conjuntos de movimientos, son llamados, en otros estilos de kung fu, “Las formas” de combate, que desafortunadamente dan ciertas desventajas llamadas “Formalidad” y “Regularidad”.
A.      Formalidad:
La formalidad es cuando un pugilista comienza a pensar (después de que haya aprendido las “Formas” de ataque y defensa) que debe usar su mano izquierda de determinada manera y su derecha de otra si quiere descargar un ataque predeterminado contra su oponente.
Tal movimiento ofensivo, pudo haber sido imaginado por un fundador o maestro de determinado estilo y es un error pensar que dicho movimiento tendrá exactamente el mismo resultado durante una pelea real entre dos oponentes, ya que las circunstancias cambian de una pelea a otra.
Desafortunadamente, hay muchos maestros de kung fu que enfatizan (o mejor dicho fuerzan a sus discípulos a creer) la disciplina de los alumnos para adoptar estos “Patrones de movimientos preformados” que han sido imaginados, como protocolos en respuesta a otros “Patrones de movimientos preformados”. Es muy poco probable que alguno de estos movimientos puedan ser usados para atacar en una pelea real, pero una vez que los instructores adquieren gusto por estos movimientos insisten en hacer otros contraataques contra estos movimientos. Y como resultado este llamado contra-movimiento es similarmente inútil y no puede aplicarse en una pelea real.
Hay ocasiones en las que se necesita de una sola mano para realizar un ataque, pero en pro de la apariencia del movimiento (en general para impresionar al espectador) o por otras razones, los instructores usualmente insisten en que sus alumnos pongan la otra mano libre en determinada posición e insisten en que la mantengan ahí. En una pelea real las formalidades de este tipo obstaculizan la aplicación de las técnicas empleadas y eventualmente conducen a la derrota ya que el oponente no realiza movimientos ofensivos siguiendo una secuencia de patrones pre-determinados.
B.      Regularidad:
Otro error común cometido por muchos instructores, es el énfasis exagerado que le otorgan a la regularidad de los movimientos. Insisten en que los movimientos, durante los ejercicios en pareja de ataque y defensa, deben ser aplicados en una secuencia coordinada pre-establecida. Los ejercicios practicados de esta manera no son diferentes a un baile social. De hecho si uno de los practicantes realiza un movimiento que no estaba establecido se considera que rompió la secuencia y que no colabora en el ejercicio.
Por otro lado, que una persona esté adecuadamente entrenada en las “formas” de ataque y defensa en parejas, no necesariamente significa que estén bien entrenados para el combate, ya que en una pelea real los movimientos pueden ser realizados de muchas y variadas maneras, hasta el punto de diferenciarse de cualquier movimiento regular. Esto es como el dicho que reza: “Mata al hábil maestro con golpes desordenados”.

(4)         Separación de la conciencia
Por todas las razones descritas es que el entrenamiento del Chi sao constituye un tipo de sistema de ataque y defensa, el cual ayuda a entrenar el sistema nervioso para que automáticamente produzca una reacción correcta para protegernos de un ataque.
Si durante una pelea real, un oponente lanza un golpe de puño tan rápido como un rayo de luz, no podemos lanzar un contra-ataque pasando por todo el proceso de procesar lo que los ojos ven y enviarlo al cerebro para que este tome la decisión y luego enviar una orden a las extremidades para que reaccionen. Pero si podemos hacer buen uso de nuestras reacciones reflejas las cosas serán muy diferentes.
Una reacción refleja permite que las extremidades realicen un movimiento de defensa o ataque, sin tener que planearlo previamente, y esto toma mucho menos tiempo que esperar por una decisión proveniente de la mente antes de realizar un contra-ataque. Las verdaderas técnicas de combate nunca están unidas por patrones fijos y no son controlados por ningún tipo de regla. La formalidad y regularidad de los métodos de combate no son prácticos en una pelea real. Esto es el porqué durante el entrenamiento del Chi sao se enfatiza la libertad de movimiento. Se realizan movimientos de ataque y defensa simplemente por intuición y no usando la memoria o la parte consiente del cerebro.

(5)         Ejercicios para el sentido del tacto
Los ejercicios para el desarrollo de un agudo sentido del tacto son de primordial importancia en el entrenamiento de Chi sao. Al decir agudo sentido del tacto en manos y brazos no significa que deban tener aumentada la sensibilidad hacia los objetos externos con los que entramos en contacto. Algunas personas pueden pensar, si nuestras manos y brazos son demasiado sensitivos cualquier roce de algún objeto externo provocará dolor. De hecho, lo que significa desarrollar el sentido del tacto en nuestras manos y brazos, es que aumentamos nuestra habilidad para detectar cualquier fuerza aplicada externamente y la dirección que esta tiene. La fuerza de un movimiento es algo que no puede ser detectado solo con la vista. Es un gran error cuando alguien dice: “Solo con mirar, puedo saber si un golpe es poderoso o no”. Nadie puede determinar, solo con sus ojos, si un golpe es real o falseado, ni tampoco estimar la fuerza o la dirección de aquel golpe. Es mucho más adecuado detectar estas cosas usando el sentido del tacto en nuestras manos y brazos. Una vez que nuestros antebrazos están en contacto con los de nuestro oponente, fácilmente podemos saber si un golpe es fuerte o suave, también podemos saber desde que posición sale o si el brazo de nuestro oponente avanza o retrocede. De esta manera podemos cambiar nuestros movimientos para hacerlos coincidir con los de él y de esta manera tener una ventaja sobre nuestro rival, rompiendo su defensa, identificando sus áreas desprotegidas y pendiéndolo bajo control para finalmente derrotarlo.
El último objetivo del Chi sao es integrar el sentido del tacto en las manos y brazos con las técnicas de combate que han sido dominadas, transformándolas en reacciones reflejas que pueden ser aplicadas automáticamente y de manera inconsciente.

Ejercicios básicos de Chi-sao


Chi sao de una mano
Hay dos formas de Chi sao llamadas: chi sao de una mano y chi sao de dos manos.
El Chi sao de una mano consiste en ejercicios preliminares.
El termino implica que el Chi sao de una mano significa que los ejercicios con realizados en parejas, parados uno frente al otro, estando un brazo de uno en contacto con el del otro. A través de todo el proceso de ejercicios de Chi sao de una mano ambos practicantes mantienen la posición de aducción número dos, durante la cual no se debe intentar realizar ningún movimiento de pies. Esto permite a los estudiantes concentrarse en sus antebrazos.
Los objetivos del Chi sao de una mano son principalmente ganar experticia en el uso del Bong-sao, Tan-sao y Fook-sao, movimientos que cuando se unen entre sí, forman un ciclo de movimientos que son parte integral del Wing Chun.
El ciclo completo del Chi sao de una mano consta de seis etapas, realizándose una tras otra, sin importar cual es primera y cuál es la última. Durante la práctica, cada estudiante realiza un ataque y una defensa alternadamente, de la etapa uno a la seis, una y otra vez en un ciclo continuo.
Durante la realización del Chi sao de una mano, un observador podría pensar que los brazos de ambos practicantes están pegados entre si durante todo el ciclo de movimientos. Por esta razón es que a este ejercicio muchos lo llaman “el ejercicio de las manos pegajosas”.
Como los antebrazos de ambos practicantes están aferrados entre sí, o, para ser precisos, están en contacto uno con el otro, cualquier ligero movimiento del brazo de uno de los dos practicantes será percibido por el del otro. La percepción de los ataques súbitos del oponente necesita un movimiento defensivo directo y efectivo o un contraataque, y esta premisa es sobre la cual descansa el principio del Chi sao de una mano del Wing Chun.
Hoy en día, muchos de los seguidores del Wing Chun caen en la trampa de proclamarse a ellos mismos como competentes en este arte, después de haber practicado durante mucho tiempo los ejercicios del Chi sao de una mano.
En efecto, la importancia de aprender el Chi sao de una mano se encuentra en el conocimiento del arte del ataque y la defensa, siempre teniendo en mente quien está atacando y quien defendiendo en cualquier etapa y también tener claro la secuencia de las etapas.

"Este y otros videos son de Dos practicantes de Wing Chun de Talca"

Chi sao de dos manos
Los movimientos del Chi sao de dos manos son realizados por dos compañeros que se ubican uno enfrente del otro, ambos en posición frontal.
El compañero “A” coloca su antebrazo derecho sobre el izquierdo de su compañero “B”, mientras que “B” coloca su antebrazo derecho sobre el antebrazo izquierdo de “A”.
El chi sao de dos manos incluye los movimientos de Bong-sao, Tan-sao y Fook-sao siendo aplicados uno después de otro en un ciclo.
Los objetivos de los ejercicios del Chi sao de dos manos son tres:
1.       Primero, desarrollan un sentido del tacto más agudo en ambos brazos.
2.       Segundo, fortalece el poder de los codos.
3.       Tercero, sirve como una fase de transición entre los ejercicios de combate y el combate real.
El objetivo final del Chi sao de dos manos es capacitar al practicante para controlar sus dos manos simultáneamente, cuando una de ellas realiza un ataque, la otra realiza un movimiento defensivo al mismo tiempo.
Si podemos entrenar nuestras manos para realizar dos trabajos diferentes independientes una de la otra al mismo tiempo, podremos también usarlas para realizar movimientos de ataque y defensa simultánea e independientemente, lo cual nos dará una clara ventaja frente a nuestro oponente en una lucha real.
Ya que es difícil controlar el hecho de que ambas manos realicen tareas diferentes al mismo tiempo, es que se vuelve necesario para el entrenamiento que antes de dominar los ejercicios del Chi sao de dos manos debemos dominar los de Chi sao de una mano, los cuales solo consisten en muchos movimientos simples.
Los ejercicios del Chi sao de dos manos están divididos en dos distintos procesos:

A.      Poon-sao (los brazos rodantes):
La primera etapa del ejercicio consiste en el Poon-sao. El cual también puede ser llamado Lok-sao, ya que ambos términos tienen el mismo significado en chino,  y se refiere a que los brazos están pegados entre sí mientras realizan un movimiento rotatorio.
Como se puede imaginar, durante el entrenamiento del Chi sao de dos manos, los brazos de un practicante están pegados sobre los del otro (ej.: el brazo derecho de uno está en contacto con el izquierdo del otro). En este momento sus brazos giran hacia arriba y hacia abajo en un círculo imaginario, mientras al mismo tiempo se mantienen en contacto una con la otra, como si estuvieran unidos por un anillo por fuera, el cual no permite que sus manos puedan salir.
Es una lástima que muchos seguidores del Wing Chun presten tan poca atención al entrenamiento del Poon-sao, creyendo que en un combate real será muy poco probable tener sus manos pegadas a las de su oponente o realizar los movimientos circulares con las manos antes de atacar.
Por supuesto, nuestro oponente, en un combate real, no hará ninguna acción de girar los brazos antes de iniciar la pelea. De hecho, en Wing Chun no se practica Poon-sao para aplicarlo en una pelea real, este es un proceso de entrenamiento tal como los ejercicios de calentamiento antes de una lección de natación. En realidad, los ejercicios de calentamiento tampoco son aplicados durante el nado.
El entrenamiento del Poon-sao es un puente que lleva al estudiante a una etapa en la que desarrolla un agudo sentido del tacto en sus brazos y potente fuerza en los codos. En el Wing Chun Kuen se le da mucho énfasis a la fuerza de los codos. El desarrollo de un agudo sentido del tacto en los brazos puede estar coordinado con las acciones reflejas para enfrentarse  con un oponente en un combate real.
En general se dice que hay dos tipos de ejercicios de Poon-sao:

                                      i.            Los dos practicantes, al inicio, están posicionados de tal manera que “A” tiene su brazo derecho formando Bong-sao y su brazo izquierdo Fook-sao, mientras que “B” tiene su brazo izquierdo en forma de Fook-sao y su brazo derecho en Tan-sao. Luego “A” cambia su Bong-sao en un Tan-sao y “B” simultáneamente su Tan-sao en Bong-sao. De esta forma el ciclo está completo y puede ser repetido. En este ciclo, los movimientos del brazo izquierdo y derecho son intercambiables.

                                     ii.            En el segundo ejercicio, “A” tiene, en un inicio, un Tan-sao derecho y un Bong-sao izquierdo, mientras que “B” tiene ambos brazos en Fook-sao. Luego “A” cambia su Bong-sao izquierdo en un Tan-sao y al mismo tiempo cambia su Tan-sao derecho en un Bong-sao. Mientras que “B” sigue a su compañero todo el tiempo con ambos brazos en forma de Fook-sao. Estos movimientos se realizan en un ciclo continuo.


El Poon-sao parece un ejercicio simple, pero de hecho no es fácil realizarlo de una manera correcta, con una postura precisa y con una cantidad adecuada de fuerza.

Después de adquirir habilidad con las técnicas de Poon-sao, es decir, después de lograr obtener la capacidad de que ambos brazos realicen tareas diferentes, el estudiante puede ahora comenzar a realizar algunos ejercicios simples de entrenamiento de sensibilidad para las manos y brazos.

En esta etapa movimientos de ataque simples con la palma o el puño son introducidos esporádicamente durante el Poon-sao, para lograr que el estudiante perciba cualquier movimiento irregular de su compañero y realice inconscientemente una reacción defensiva para hacer frente al ataque de su compañero.

Es en este momento en que un practicante puede realizar ataques súbitos con una mano, mientras que al mismo tiempo, debe estar alerta a los movimientos de la otra mano, de esta manera está capacitado para utilizar la otra mano con movimientos independientes para evitar cualquier ataque sorpresa de la otra mano de su compañero.

Al principio se realizan estos ataques simples, con un solo puño o una sola palma, porque, cuando se está empezando en estos ejercicios es muy difícil hacer un movimiento defensivo u ofensivo y estar pendiente del siguiente paso de tu oponente.

Por lo tanto los movimientos más avanzados del Chi-sao se comenzarán a practicar solo después de dominar las técnicas básicas de movimientos simples de ataque y defensa.


B.      Kuo-sao (practica de combate):
Los ejercicios de técnicas de mano más complejas se realizan sobre la base del dominio de técnicas de combate simples.
Podemos dar una buena explicación de lo que queremos decir con “técnicas complejas”. No significa que sean un montón de técnicas de mano unidas entre sí en un movimiento continuo, como se mencionó antes. De hecho, lo que se quiere decir es que son movimientos con un mayor grado de dificultad en su realización. Muchos de los movimientos de mano del Wing Chun son simples, y rara vez van unidos formando una forma compleja.
En esta etapa las técnicas de mano que aprende el estudiante son de “ataque y defensa en dos tiempos”. La razón para esto es que cuando un practicante comienza a practicar las técnicas de mano, sus movimientos son controlados por la mente, no por sus reacciones reflejas.
A medida que cada una de las técnicas de mano fundamentales hayan sido hábilmente dominadas, el practicante puede ir aumentando la velocidad de los movimientos durante los ejercicios de Chi sao.
El factor clave en el aumento de la velocidad de los movimientos está en la correcta guía de un instructor. Por lo tanto podemos decir que la perspectiva del futuro de un estudiante depende en gran medida de lo que aprenda en este nivel, y el rendimiento del practicante en este nivel decide si puede llegar a cambiar el control de sus movimientos desde haber sido controlados por la mente hasta llegar a ser reacciones reflejas.
Por lo tanto podemos decir que un practicante, si es apropiadamente guiado por un instructor, puede liberarse a sí mismo del proceso de tres pasos que consiste en “percibir, pensar y actuar” y comenzar a utilizar el proceso de dos pasos de “percibir y actuar”.
Pero, por otro lado, si un instructor, siendo inexperto, falla al dar una guía apropiada  en este nivel, el practicante estará obligado a realizar ejercicios estereotipados en las artes marciales toda su vida, sin éxito. Él puede, sin embargo, demostrar un funcionamiento ordenado en su práctica diaria, pero nunca podrá aplicar sus técnicas básicas en una pelea real. Solo se mostrará a sí mismo como un hombre rudo sin conocimiento en el arte del kung-fu.
La apropiada guía de un instructor, junto con la perseverancia personal de estudiar, capacitará al practicante, aunque sea inadecuado en su conocimiento del kung fu, para tener la capacidad de aplicar lo que aprenda. Será mucho más fuerte que uno que aprenda mil movimientos de kung fu sin saber aplicar correctamente su conocimiento en una pelea real.
¿Qué uso tiene aprender miles de movimientos que no pueden ser aplicados en un combate real? Por otro lado, el dominio de ocho o diez movimientos, cuando son apropiadamente coordinados y correctamente aplicados con adecuado poder destructivo, permiten al practicante hacer frente cualquier ataque enemigo.
Entonces, resumiendo, la habilidad para hacer aplicaciones versátiles de 10 o más técnicas de mano en variadas combinaciones, más el poder destructivo ejercido por ellas resultan en la capacidad para defenderse de un oponente en una pelea real.
Hoy en día hay practicantes de kung fu que prefieren cantidad que calidad de técnicas, tanto es así que desean recibir en un día lo que se supone que aprendan en un año. Esta actitud está totalmente equivocada, porque, mientras que es fácil para el instructor enseñar más, es muy difícil para el practicante recibir todo esa información. La sobrecarga de información es lo mismo que el desconocimiento.

domingo, 27 de marzo de 2011

Codigo de conducta del Gran Maestro Yip Man

El gran maestro Yip Man desarrollo un codigo de conducta que transmitió a todos sus estudiantes y les enseñó que se esperaba que ellos se comportaran de esta forma:

  1. Permanece disciplinado -- Comportate eticamente como artista marcial.
  2. Ejerce la cortesía y la honradez -- Sirve a la comunidad y honra a tu familia.
  3. Quiere a tus compañeros de clase -- Permaneced unidos y evitad conflictos.
  4. Limita tus deseos y afan por los placeres materiales -- Conserva el espiritu correcto.
  5. Entrena con diligencia y conviertelo en un hábito -- Mantén tus habilidades.
  6. Aprende a desarrollar la tranquilidad de espíritu -- Abstente de discusiones y peleas.
  7. Participa en la sociedad -- Se moderado, culto y educado en tus maneras.
  8. Ayuda el débil y al muy joven -- Usa tu habilidad marcial para el bien de la humanidad.
  9. Transmite la tradición -- Preserva este arte chino y sus normas de conducta.

Wing Chun: principios y aforismos


Uno de los sorprendentes motivos que centran la atracción de la gente hacia el Wing Chun es un método de enseñanza, así como sus teorías y principios. A diferencia de otros estilos de kung fu chino, el Win Chun como ya se ha explicado anteriormente no dispone de un curriculum amplio de formas, tanto de mano vacía como de armas, esto nos da a entender que estamos ante un sistema de lucha simplificado y pulido, donde cada movimiento o técnica juega un papel importante.
Antiguamente el Wing Chun era pasado de generación en generación de una manera verbal, esto hacía que los practicantes tuviesen que prestar una estricta atención a las teorías y conceptos del sistema.
Para facilitar la comprensión y el aprendizaje, y siendo una antigua y popular costumbre en China, formularon una serie de aforismos llamados Kuen Kuit. Estos simples pero directos dichos desvelaban con un carácter popular las teorías más avanzadas del estilo, además de permitir que los practicantes pudiesen recordarlos y asociarlos con gran facilidad. Por supuesto no todos ellos se formaron en una misma época, ni por un mismo maestro, al igual que ha ocurrido con todo el sistema. Por este y otros motivos algunos Kuen Kuit se han divulgado con diferentes interpretaciones, esto es algo muy común y lógico, pudiéndose afirmar que al igual que el Wing Chun, otros estilos han sufrido una situación idéntica.
Debe añadirse aquí que muchos de ellos, concretamente los que se refieren a las teorías más comunes, gozan de gran similitud a nivel de interpretación en las diferentes familias del Wing Chun. Por este motivo se ha hecho una pequeña síntesis y explicación de algunos de estos principios y aforismos populares en el Wing Chun.

Línea central (Joan Sien)
Este principio se refiere a la línea central, que está dividida en dos partes, una vertical desde nuestra cabeza hasta el suelo, que divide el cuerpo en dos mitades simétricas, y la otra que es proyectada desde el centro del pecho hacia adelante, horizontalmente.
Estas líneas juegan un papel muy importante en lo que concierne a la fuerza del golpe, así como con el correcto posicionamiento del cuerpo con referencia al oponente.
La línea cambia constantemente con los movimientos del oponente, por este motivo el practicante se ve obligado a corregir y reajustar su línea como si de una mira telescópica se tratase.
Diseccionando el principio de la línea central podemos encontrarnos con diferentes aplicaciones de este principio:
·         Joan Sien Frontal
·         Controlar la línea central
·         Cambiar la línea central
·         Volver a la línea central
·         Romper la línea central

Economía de movimiento
Esta teoría o principio es uno de los más importantes y destacados en el Wing Chun, motivo por el cual debemos prestarle un trabajo y una atención verdaderamente especial.
Cuando hablamos de economía de movimientos nos referimos al uso de técnicas defensivas u ofensivas ejecutadas con un ahorro energético elevado, así como una trayectoria y tiempo de ejecución mínimos.
La mayoría de nuestros golpes deben partir desde una trayectoria rectilínea y sin ningún movimiento previo y superfluo, como resultado de esto el tiempo de ejecución se verá reducido, proporcionándonos una ventaja respecto a nuestro oponente. Pero para conseguir aplicar este principio deberemos realizar un entrenamiento específico destinado a desarrollar esta habilidad, y es que en ocasiones nuestra técnica carecerá de un amplio espacio para generar suficiente potencia, obligándonos a entrenar muy concienzudamente los movimientos de rotación del tronco en combinación con diferentes golpes así como largas sesiones e puños y palmas en el saco de pared.

Bik Gink
Este concepto, traducido como “acumular potencia”, se debe aplicar sobre todo durante la práctica del Chi sao. Deberemos controlar la presión penetrante sobre los brazos del oponente. Este concepto nos permite disparar nuestras técnicas con un efecto de resorte al tiempo que evita la retracción de nuestros codos.
Para realizar una correcta ejecución de este principio deberemos efectuar un trabajo prolongado de Luk-sao, con una presión constante pero no exagerada, pues nos haría perder nuestra energía al tiempo que forzaríamos nuestras técnicas cayendo en un error que aprovecharía fácilmente nuestro adversario.
Uno de los puntos importantes es mantener los codos dentro de la línea central y no retraerlos hacia atrás.

Lut Sao Jik Chung
Cuando la mano esté libre golpea recto”. Esta es una de las teorías o conceptos más difíciles de emplear o poner en práctica, pero al mismo tiempo uno de los más prácticos para la lucha.
El principio es no seguir a la mano que se despega de nuestro brazo, sino seguir una trayectoria rectilínea hasta alcanzar el blanco.
Para la práctica simple pero eficaz de este concepto debemos entrenar el Luk Sao con un compañero y cuando alguna de sus manos o brazos se despeguen de los nuestros no intentaremos seguirlos, en vez de ello debemos lanzar nuestro puño contra su pecho.

Lien Siu Dai Da
Golpear y defender simultáneamente”. El estudio táctico defensivo del Wing Chun permite aplicar este concepto en el cual el golpe y el bloqueo se ejecutan únicamente realizando una sola acción o movimiento, con la posibilidad de realizarlo con el mismo brazo o pierna defensiva o una combinación de ambos miembros. Por ejemplo, podemos coger una patada circular hacia nuestra cara  que defendemos con un movimiento de Kwan Sao, al tiempo que lanzamos una patada lateral baja a la pierna de apoyo del oponente.

Mo Keung Da
No forzar tu golpe”. Debemos conservar y utilizar la energía justa para cada golpe o acción que realicemos aprovechando cada una de las oportunidades que nos presente el oponente.
El objetivo es no desperdiciar la energía en movimientos ineficaces y superfluos que nos harían perder tiempo y energías útiles que pueden ser de vital importancia para posteriores acciones.




A continuación se hace una pequeña exposición de algunos de los Wing Chun Kuen Kuit más conocidos:
·         Do mo seung faat: las técnicas de cuchillos nunca se repiten.
·         Gong yao ping yung: combina lo suave y lo duro.
·         Kwan mo leung heung: el palo no repite dos sonidos.
·         Kuen yao sum faat: el puño sale del corazón.
·         Lien siu dai da: golpear y defender al mismo tiempo.
·         Mo jiu mo chack: no te resistas, no te fijes.
·         Sao lao joan sien: las manos permanecen en la línea central.
·         Biu jee but chut mun: Biu jee no debe salir fuera de tu puerta.
·         Lien juk bat ting lao: continuar golpeando sin parar.
·         Mo keung da: no fuerces tu golpe.
·         Mo leung da: no desperdicies tus golpes.
·         Jarn sheo sao: el codo lleva a la mano.
·         Chi sao mo lien fa sik: no hagas movimientos innecesarios en la práctica del Chi sao.

martes, 22 de marzo de 2011

Leyendas de Yip Man

En el estilo Wing chun, el difunto Gran Maestro Yip Man fue un gran hombre conocido por todo el mundo del kung fu. Tenía un temperamento inusual y auto respeto, al Gran maestro Yip Man le importaba escasamente las vanidades mundanas de la vida, como la fama y la fortuna, no era mal educado ni peyorativo como algunos maestros de kung fu. Tenía el don de la tranquilidad. Su sinceridad, afecto y hospitalidad eran evidentes en muchas formas. Un verdadero caballero y erudito, representaba la serenidad y el refinamiento. Sus conversaciones, en el acento del dialecto de Fatshan, revelaban su carácter cuidadoso y amable.

Un gentil aficionado al Kung-fu
Nacido de una respetable familia, ricos propietarios de una gran granja y casas a lo largo de toda una calle, debería haber sido un joven aristócrata llevando una vida protegida y cómoda. Sin embargo, para sorpresa de todos, él mostró un especial interés por las artes marciales. Así que, a la edad de 13 años, recibió su enseñanza en el kung-fu de Wah el cambiador de monedas, un gran maestro del Wing Chun.
Como Wah debía rentar locales privados para enseñarle a sus seguidores nunca tuvo un sitio fijo como gimnasio, el padre del Gran Maestro Yip Man estuvo de acuerdo en dejarlo usar el templo ancestral del clan de los Yip. Sin embargo, la gran cantidad de dinero que costaba la matrícula impuesta a sus discípulos, usualmente a lo mucho tres taeles de plata al mes, dio como resultado que hubiera un pequeño número de estudiantes  en su gimnasio. Yip Man, siendo el hijo del dueño de la propiedad, se convirtió en una persona muy cercana a Wah. Atraído por el kung fu de Wah, Yip Man, en la búsqueda de artes marciales, eventualmente decidió seguirlo. Así que un día, para sorpresa de Wah, Yip Man, trayendo consigo tres taeles de plata, le pidió a Wah que lo admitiera como discípulo. Esto despertó la sospecha de Wah sobre cómo Yip Man había obtenido el dinero. Al indagar sobre esto con el padre de Yip, Wah se enteró que Yip Man había obtenido el dinero al reunir todos sus ahorros. Impresionado por el afán y la firme decisión por aprender Kung fu de Yip Man, Wah finalmente lo aceptó como su estudiante, pero no le enseño con mucho entusiasmo, ya que veía a Yip Man como un joven caballero, demasiado delicado para las artes marciales. Sin embargo Yip Man se esforzó por aprender, usando su inteligencia y ayudado por sus propios hermanos de kung fu hasta que finalmente Wah camió su percepción sobre él y adoptó una actitud más seria en la enseñanza de Yip Man.
Durante los 36 años que Wah pasó enseñando kung fu tuvo solo 16 discípulos, incluyendo su hijo Chan Yu Min. Entre estos discípulos, Yip Man fue el más joven en seguirlo y lo hizo hasta su muerte. Yip Man tenía 16 cuando su maestro murió. En el mismo año dejó Fatshan y fue a Hong Kong para continuar su educación en el colegio St. Stephen.


Bendición o maldición
Durante los años en que Yip Man estuvo asistiendo a la escuela, hubo un incidente que nunca olvidó – la experiencia de un fracaso que resultó ser una bendición disfrazada. Fue una derrota en un combate que resultó ser la más grande realización de su carrera en el Kung fu.
Siendo un adolescente activo, estuvo involucrado con un grupo de jóvenes de la escuela, quienes tenían más o menos la misma edad y que acostumbraban discutir con sus compañeros europeos. Habiendo recibido instrucción en el arte del combate, Yip Man muy a menudo derrotaba a sus oponentes europeos en el combate, a pesar de que era más pequeño que el resto. Él admite que en esos tiempos era orgulloso y egocéntrico.

Un reto de lucha
Un día un compañero de clases de Yip Man, llamado Lai, le dijo: “hay un practicante de kung fu en nuestra compañía comercial, un amigo de mi padre, que tiene alrededor de 50 años. ¿Te atreverías a pelear con él?”.
Yip Man, siendo un joven arrogante sin experiencia en la derrota, que no le temía a nadie, por lo que prometió enfrentarse con este adulto mayor.
En el día señalado, Yip Man, guiado por su compañero de clases, fue a conocer al hombre mayor en una fábrica de seda en la calle Jervois de Hong Kong. Después de saludarlo, Yip Man le dijo al anciano sus intenciones.
El hombre, se presento ante Yip Man como el señor Leung, y le respondió con una sonrisa: “Así que tú eres él discípulo del reverenciado maestro Chan Wah Shun de Fatshan. Eres joven. ¿Qué has aprendido de tu Si-fu?¿Has aprendido Chum-kiu?”.
Yip Man estaba tan ansioso por tener un combate con él que no lo escuchó y solo respondió unas cuantas palabras irrelevantes mientras se acomodaba sus ropas y se quitaba su chaqueta para la lucha.

La primera derrota
En ese momento el hombre mayor sonriendo le dijo a Yip Man que le permitía atacar cualquier parte de su cuerpo con cualquier medio y que él solo se preocuparía de desviar los ataques y que no contraatacaría, ni heriría a Yip Man de ninguna forma.
Esto solo avivaba más la furia de Yip Man. Sin embargo Yip Man manejó el combate con cuidado y calma. Lanzó feroces ataques al hombre mayor, quien solo los desviaba con facilidad y libertad, hasta que finalmente lo derribó, no solo una, sino que muchísimas veces. Cada vez Yip Man caía al suelo, se levantaba y volvía a atacar con los mismos resultados.
Más tarde descubrió que este hombre mayor era el señor Leung Bik, el segundo hijo del Gran Maestro Leung Jan de Fatshan, Si fu de Chan Wah Shun quien le enseñó a Yip Man. En otras palabras Leung Bik era el hermano de kung-fu (Si-dei) el maestro de Yip Man (Si fu), por lo tanto era de una generación más alta que Yip Man, su tío (si-sok) de acuerdo a la tradición del kung fu. Yip Man debería haber notado esto cuando fue interrogado por Leung Bik al inicio, antes de empezar el combate, pero estaba demasiado cegado por el orgullo como para notarlo.
Una vez que supo la verdad, un súbito pensamiento atravesó la mente de Yip Man – que él podría seguir al maestro Leung Bik para continuar sus estudios en las artes marciales, ya que se dio cuenta de lo débil que se había vuelto su kung-fu. Esta era una oportunidad que nunca dejaría pasar. Por otro lado, Leung Bik comenzaba a darse cuenta del potencial de este joven, quien solo carecía de experiencia y adecuada instrucción. Así que Leung Bik aceptó a Yip Man como su discípulo.
A partir de entonces, Yip Man siguió a Leung Bik por años y aprendió todos los secretos del Wing Chun Kuen. A la edad de 24 años Yip Man regresó a su ciudad natal de Fatshan, habiendo adquirido  maestría en su arte.

De vuelta en Fatshan
Yip Man regresó a Fatshan para pasar una vida relajada, libre de las cargas de la vida gracias a su familia que era rica. Durante esos días Yip Man pasó mucho tiempo practicando Kung Fu con su segundo hermano del kung fu (shi-hing) Ng Chung So y el discípulo de Ng, Yuen Kay Shan, manteniendo sus habilidades en constante progreso. Yuen Kay Shan cuyo apodo era “Yuen el quinto” ya que era el quinto hijo de su familia. Todos en Fatshan lo llamaban por su apodo por lo que su nombre real gradualmente se fue olvidando. Aunque Yuen el quinto era un poco más viejo que Yip Man, se consideraba que era su sobrino, de acuerdo a la terminología china sobre el kung fu, ya que Yip Man era una generación más antiguo en el aprendizaje de Wing Chun. Yip Man había estado aprendiendo kung fu por largo tiempo, pero se hicieron muy cercanos olvidando la brecha de las generaciones y volviéndose buenos  amigos.
Durante los días en que Yip Man estuvo de vuelta en Fatshan, comenzó a notar algo muy interesante y a la vez inquietante. Se dio cuenta que sus habilidades eran más avanzadas que las de sus hermanos de kung fu. Esto provocó quejas por parte de sus hermanos quienes le reprochaban por haber aprendido algo que no enseñaba el maestro Chan Wah Shun. Por esta razón fue acusado, en especial por aquellos a quienes había derrotado, de ser un desertor del sistema Wing Chun. Esto resultó en muchas discusiones entre Yip Man y sus hermanos. Afortunadamente Ng Chung So explicó exitosamente la situación, reveló que su maestro Chan Wah Shun, aunque era altamente hábil en el arte del Wing Chun, no era un hombre erudito, por lo tanto no tenía experiencia en el arte de expresar su visión a sus estudiantes. Esto, por supuesto, significaba que mucha de la teoría del Wing Chun no podía ser explicada apropiadamente. Mientras que Leung Bik, el hijo de su Gran Maestro, quien tenía educación y además era muy hábil  en la práctica del Kung Fu. Por lo tanto él pudo explicar de una mejor manera la teoría del Wing Chun a Yip Man. Esta era la diferencia entre Yip Man y sus hermanos de Kung fu. Por consiguiente, Yip Man Tenía un profundo conocimiento de sus habilidades  y de la teoría del Wing Chun antes de regresar a Fatshan.


Los dedos que tiraron la cámara de una pistola
Yip Man no prestaba atención a la fama y fortuna, nunca se jactaba de sí mismo ni mencionaba sus proezas de juventud. Sin embargo, hubo uno o dos incidentes que valen la pena mencionar. Estos fueron vistos por algunos testigos, los cuales exageraron un poco los detalles.
Era costumbre de la gente de Fatshan celebrar la procesión de carrozas una vez al año, en la cual todos los comerciantes ricos, industriales y gente eminente de la ciudad tomaban parte. Ellos organizaban carrozas temáticas a manera de publicidad. El festival usualmente atraía no solo a gente local, sino también a turistas de muchos pueblos cercanos. En un día de festival, los espectadores estaban en las calles mientras pasaba la procesión. Se volvía muy difícil encontrar un espacio desde donde tener una buena visión del espectáculo.
Fue durante una de estas ocasiones en Fatshan que Yip Man y muchas familiares jóvenes fueron a ver el show. Se ubicaron no muy lejos de donde estaba un soldado. La belleza y gracia de las mujeres que acompañaban a Yip Man atrajeron la atención de este soldado. El soldado se les aproximó e insultó a las señoritas, hablándoles de manera despectiva. Yip Man le acuso de tener mañas maneras, lo cual resultó en una pelea entre los dos hombres. Para sorpresa del soldado, Yip Man no era un erudito delicado como esperaba. Esto enfureció al soldado, quien sacó una pistola y apuntó a Yip Man. En este momento crítico Yip Man no perdió tiempo. Él rápidamente le arrebató la pistola y tiró el cargador con el poder de sus dedos, dejando al soldado estupefacto. Antes que el soldado se recobrara del shock, Yip Man y sus acompañantes se habían ido.
Este incidente después fue contado por muchos testigos, pero con mucha exageración, hasta el punto de decir que Yip Man rompió el cargador de la pistola en dos mitades.


El pugilista Kam derrotado en un minuto
En otro incidente, Yip Man destacó por su habilidad, en un duelo con un pugilista que se llamaba Kam Shan Mao de la provincia de Kianghsi en el norte de China. Kam llegó a Fatshan y preguntó por el puesto de instructor en la Asociación atlética Ching Wu de Fatshan. Él se jactó de sus habilidades y degradó el modelo de artista marcial de Fatshan. Los directores de la asociación fueron renuentes a aceptarlo. Sin embargo, fue invitado a tomar parte en un torneo, a realizarse en el teatro de Fatshan, en el cual él combatiría con el famoso Yip Man. En un inicio Yip Man rehusó tomar parte en un combate público con un extraño, pero, pero ante la insistencia de Lee Kwong Hoi, un famoso médico herbolario de Fatshan, eventualmente terminó accediendo a luchar.
En el día del torneo, los espectadores se reunieron  en el teatro donde se llevaría a cabo la lucha. Para la decepción de todos, Kam fue derrotado por Yip Man en solo un minuto después de iniciar la lucha. Kam fue declarado por el juez, Tam Sheung Chi, como el perdedor. La decepción de los espectadores se transformó en furia y descontento, haciendo inevitable los disturbios en el teatro. El público fue calmado después, solo por el organizador de la pelea que les ofreció demostraciones y combates entre otros pugilistas en el teatro.

Un puñetazo que nockeó al comediante de una compañía de teatro
La segunda vez que Yip Man luchó por la gloria del kung fu de Fatshan, fue en un duelo entre él y un comediante de la compañía de teatro el Junco Rojo, que por ese momento estaban visitando Fatshan. Cuando el show terminaba, el comediante de la compañía solía frecuentar un salón de fumadores  – un lugar donde la gente de Fatshan podía fumar opio de forma legal. Los no fumadores también los utilizaban como lugar de encuentro. Cada vez que el comediante asistía al salón de fumadores solía jactarse de sus habilidades en el kung fu. Una vez incluso demostró su “golpe del ojo del Fénix” en frente de los fumadores, haciendo un agujero en la muralla con su puño. Fue en este salón donde Yip Man se encontró con este hombre. El actor, estando oruglloso de sus habilidades, insistía en pelear con Yip Man quien se negaba a aceptar el encuentro. La pelea nunca habría ocurrido si no hubiera sido por la insistencia de los entrometidos espectadores. Para su sorpresa, Yip Man puso a su oponente contra el suelo con un solo golpe, dejándolo con la nariz sangrando.
Los espectadores vitorearon a Yip Man y le preguntaron cómo pudo ganar la pelea tan fácilmente. Yip Man les dijo que, aunque el “golpe del ojo del Fénix” era muy poderoso, el hombre que lo utilizaba tenía muy poco conocimiento de cómo aplicarlo en combate. Esto fue el porqué el hombre perdió la pelea. Esta fue la última vez que la gente de Fatshan vió al comediante del Junco Rojo.


Un favor para Charlie Wan
Hubo en Fatshan, un asociado de Yip Man, cuyo nombre era Charlie Wan y estaba pasando por una mala situación económica. Charlie Wan era un pugilista especialista en el estilo Choy Lee Fut que se caracteriza por sus habilidades prácticas de combate, muy diferentes a las del Wing Chun Kuen. Aunque ellos eran amigos nunca discutían sobre técnicas de artes marciales, ni tampoco combatieron juntos. Por esta razón, los ciudadanos entrometidos del pueblo de Fatshan no lo sabían, pero estaban ansiosos por saber quién de los dos ere el mejor peleador. Uno de ellos había pensado una manera de ponerlos a prueba – consistía en celebrar un concurso entre ambos  para propósitos de recaudación de fondos. Esto, en primer lugar, podría atraer y satisfacer a las multitudes fanáticas del kung fu, y, secundariamente, serviría para resolver las necesidades económicas de Charlie Wan.
Charlie, al principio, rehusó esta sugerencia, pensando que esto podría perjudicar la amistad entre él y Yip Man. Sin embargo, debido a su situación económica, finalmente terminó aceptando el concurso, con la condición de que hubiera un árbitro adecuado en el encuentro. Este problema fue resuelto por Lee Kwong Hoy, quien aceptó arbitrar el combate y servir de juez. Por otro lado, Yip Man no tuvo objeción con todo esto, pensando que podría no solo ayudar a resolver el problema de su amigo, sino que también ayudaría a promover las artes marciales en Fatshan. Para aumentar la publicidad, Yip Man incluso sugirió que él estaría con los ojos vendados durante la pelea. Esto realmente despertó mucho interés en el torneo, y la gente de Fatshan estaba muy ansiosa de ver como este hombre, que había nockeado a Kam Sham Mao en un minuto, podría pelear con los ojos vendados. Algunos temían que las oportunidades de ganar de Yip Man se verían muy reducidas.
En el día de la pelea, los espectadores llegaron al lugar. Yip Man se vendó los ojos ante la vista de todo el auditorio y a la orden de Lee Kwong Hoi, el juez, los dos pugilistas comenzaron el combate. Charlie Wan tomó la ofensiva al inicio, mientras Yip Man, bien entrenado en detectar las intenciones de su oponente por la presión que ejercían sus antebrazos, se mantuvo en contacto con su él. Aunque los ataques de Charlie Wan fueron poderosos, Yip Man pudo disolverlos uno por uno, y muy a menudo pudo contraatacar y hacer retroceder a su oponente. De esta forma intercambiaron puños y patadas, para la gran satisfacción de todos los espectadores.  Al final el juicioso Lee Kwong Hoi, por temor a que alguno de los dos saliera herido, declaró el fin de la pelea. Así que la pelea terminó en un empate, en medio de una lluvia de aplausos de parte de los espectadores.

La posición de aducción que no pudo ser desarmada por cuatro personas
Mientras Yip Man estaba viviendo en Fatshan, por un tiempo fue capitán del escuadrón de detectives. Él encontró que sus habilidades eran útiles y convenientes en este trabajo y en más de una ocasión le salvaron la vida.
Hubo un incidente concerniente a Yip Man se sigue contando hasta el día de hoy. En cierta ocasión Yip Man estaba teniendo una charla sobre kung fu con algunos de sus subordinados. En su entusiasmo se posicionó en la “postura de aducción número dos”, una postura importante en el Wing Chun, y les dijo a cuatro de sus subordinados que intentaran separar sus piernas. Se ubicaron dos a cada lado y tiraron con todas sus fuerzas, para su sorpresa, sin importar que tan fuerte tiraran no pudieron mover ni un milímetro la postura de Yip Man.

Una patada que rompió cuatro troncos
Esta historia fue contada por uno de los detectives retirados del escuadrón de Yip Man. Contó que cierta vez fue testigo de la increíble fuerza de Yip Man. Muchos años después, en Hong Kong, su sobrino, un abogado local, fue discípulo de Yip Man.
La historia cuenta que Yip Man se encontraba, junto con su escuadrón, persiguiendo a un grupo de ladrones. Ellos llegaron a una enorme granja, donde los ladrones supuestamente estaban escondidos. En la entrada principal de la casa ubicada en la granja había una puerta hecha de troncos de abeto del grosor de un brazo. Esta puerta, era conocida por la gente como la puerta deslizante, que servía para detener la intrusión de los ladrones. Así que esta era extraordinariamente fuerte y compacta. Yip Man, vió que la puerta estaba cerrada bajo llave y con cadenas, para detener a los detectives, quienes no llevaban consigo herramientas para poder abrirla, así que Yip Man le dio una patada a la puerta, la cual fue tan poderosa que instantáneamente se rompieron cuatro de los troncos que formaban la puerta. De esta forma pudieron irrumpir en la casa y arrestar a los ladrones.



Una posición que le salvó la vida a Yip Man
Una vez, Yip Man, como capitán del escuadrón de detectives, perseguía a un ladrón, el cuál subió hasta el techo de una casa por medio de una escalera interna. Cuando Yip Man subió hasta donde se encontraba el ladrón, este acababa de saltar hacía el parapeto del techo de la casa vecina que estaba muy cerca, y comenzó a bajar por las escaleras de la casa. Yip Man arriesgando su vida para evitar que el ladrón escapara, lo siguió dando un salto sobre el espacio entre los dos techos. El ladrón viendo que Yip Man estaba tras él, repentinamente cerró la puerta de las escaleras que daban al techo en las narices de Yip Man quien acababa de caer frente a ella. Esto asustó a todos quienes estaban mirando, ya que vieron como esto obligó a que Yip Man retrocediera su tronco al borde del techo y que estuviera a punto de caer. Pero estaban equivocados ya que el tronco de Yip Man solo estaba ligeramente hacía atrás para tener mejor equilibrio y conservar su balance ante tal situación. Después de esto, los habitantes de Fatshan estaban más convencidos que nunca de la habilidad de Yip Man en el Wing Chun.

  
Sin intención de enseñar
Durante las últimas décadas, Yip Man fue altamente valorado en las artes marciales, por la gente de Fatshan, pero nunca tuvo ni la más mínima intención de enseñar sus habilidades a nadie, siempre manteniendo el mandamiento del Wing Chun de ser recatado en cuanto a pasar las habilidades al resto.  Él nunca intentó pasar sus conocimientos nadie, ni siquiera a su propio hijo ya que siempre pensó que el Wing Chun era un arte marcial mortal que si caía en manos equivocadas podía causar un gran daño. Por esto jamás imaginó volverse un instructor de este arte.
Durante la segunda guerra mundial, cuando gran parte de China estaba bajo el control militar de los japoneses, la casa de Yip Man estaba en ruinas y tuvo dificultades para sobrevivir. Pronto los japoneses llegaron a la ciudad de Fatshan, y la fama de Yip Man llegó a oídos de los soldados japoneses, quienes lo invitaron para ser su instructor. Un sentimiento nacionalista y odio contra los invasores llevó a Yip Man a rechazar la invitación de los japoneses.
Después de la guerra, Yip Man se mudó a Hong Kong con su familia. Su orgullo propio e inusual temperamento se unieron con el hecho de que venía de una familia rica para hacer que le fuera difícil encontrar un trabajo adecuado. Por lo tanto tuvo que conformarse con vivir en pobreza.

El primer desarrollo del Wing Chun
En 1949, gracias a la ayuda de Lee Man, un amigo muy cercano de Yip Man, quien era el secretario de la “Asociación de trabajadores de restaurantes de Hong Kong”, a Yip Man se le ofreció el puesto de instructor de Kung fu de la asociación. Después de mucha persuasión, Yip Man aceptó el puesto.
Al principio, los miembros de la asociación no prestaban mucha atención a Yip Man, ni al estilo que les estaba enseñando, debido a que el Wing Chun no tenía las posiciones bajas y golpes ostentosos de otros estilos, lo cual a primera vista lo hacía poco atractivo. Por otro lado, Yip Man, como su maestro, no deseaba jactarse de sus habilidades, ni mencionar tomar parte en demostraciones públicas. Esta era la razón de porque el Wing Chun no era bien conocido en ese tiempo.
Después de dos años sirviendo como instructor para la “Asociación de trabajadores de restaurantes de Hong Kong”, donde solo tenía unos pocos estudiantes, decidió fundar su propio gimnasio en el distrito de Yaumatei en Kowloon y comenzar a admitir otros estudiantes a parte de los de la asociación. Muchos de sus primeros estudiantes, quienes lo habían seguido en los últimos dos años le ayudaron a iniciar su gimnasio. Fue así como el Wing Chun comenzó a ganar adeptos.
Más tarde, cuando más y más estudiantes venían a él, debió mudarse de su gimnasio a un sitio más grande. La fama de Yip Man corrió rápido y el valor práctico del Wing Chun, fue especialmente admirado por los miembros de la fuerza policial, por lo cual muchas más personas llegaron a su gimnasio.

Retirado de la enseñanza
Como último esfuerzo para la promoción del Wing Chun, antes de retirarse de la enseñanza, fundó en 1967, con la ayuda de sus estudiantes, la “Asociación atlética de Wing Chun de Hong Kong”. Dos años después, en 1969, la asociación envió un equipo para participar en “El primer torneo de kung fu del sudeste asiático”, celebrado en Singapur.  El resultado de este equipo no fue satisfactorio, por lo que abrió más clases y bajó el valor de la matrícula. Por lo tanto al convertir las clases para gente privilegiada en clases para la gente común, llevó el Wing Chun más cercano al interés público.
En mayo de 1970, cuando las clases en su asociación estaban firmemente establecidas, decidió retirarse de la enseñanza y disfrutar de una vida apacible, habiendo pasado primero todos los asuntos de la enseñanza en su gimnasio a su mejor discípulo, Leung Ting.

Después de esto se le podía hallar usualmente tomando té, solo, en una casa de té, en la mañana y en la tarde o compartiendo risas y bromas con sus discípulos, siempre olvidando que él era el maestro. “Eres una persona importante si la gente te respeta”, esa era su filosofía.
Entre 1970 y 1971, Bruce Lee, uno de los discípulos de Yip Man, se volvió una famosa súper estrella de las películas de Kung fu. Aunque este actor de las artes marciales fue admirado por su estilo, el Jeet Kune Do, por mucho tiempo y por muchas personas fue conocido como un alumno más de Yip Man. Yip Man, por otro lado, nunca sintió orgullo o se jactó de tener una súper estrella como discípulo. Siempre la gente lo elogiaban por haberle enseñado a Bruce Lee, pero él solo respondía con una sonrisa. 


Un Gran maestro de esta época
En 1972, el destino alcanzó a este anciano despreocupado. Un chequeo médico reveló que sufría de un cáncer en la garganta el cual lo despojó de su forma física y su fuerza. Estuvo peleando contra su enfermedad con todas sus fuerzas, esperando que algún día pudiera recuperarse de su enfermedad. Él seguía yendo a la casa de té o saliendo a comer en las tardes con sus discípulos. Nunca pronunció ni un gemido en frente de sus discípulos y sus estudiantes sabían que a su maestro no le gustaba que los confortaran con suaves palabras, teniendo en mente que el viejo maestro siempre se consideró como un hombre decidido. Solo en una instancia en que estaba en el hospital, ante el doctor y uno de sus discípulos admitió que no le quedaba mucho de vida. Sin embargo Yip Man desafió al destino y una semana después estaba de vuelta en casa otra vez.
Pero para todos sus respetuosos discípulos, su maestro estaba perdido. El dos de diciembre de 1972, Yip Man, el gran maestro falleció dejando tras de sí un gran estilo de Kung Fu y una gran historia para recordar.